martes, 10 de febrero de 2009
Accidentes Laborales en Oficinas
viernes, 6 de febrero de 2009
"Mi jefe llegó a empujarme, pensé que me iba a pegar"
Elena sabe muy bien lo que se esconde detrás del término 'mobbing', un fenómeno que afecta a doce millones de trabajadores en el mundo.
Elena tiene 34 años, de los que 15 lleva trabajando en una empresa de plásticos como administrativa. Ahora está de baja por estrés, un término también de moda que sirvió para bautizar al estado de ansiedad e impotencia al que le abocaron los sistemáticos atropellos de su jefe. "Yo lo comparo con la tortura china de la gota que te cae sobre la cabeza. Poco a poco, pero incesante", lamenta. "Al principio, los enfrentamientos eran muy espaciados en el tiempo -recuerda-, pero luego se convirtieron en el pan de cada día". Elena enumera: "Si encendía la calefacción porque la encendía, si ponía la radio criticaba la emisora que elegía... Todo le servía para increparme. Llegué a medir todos mis movimientos por miedo a desatar su ira".
En lo tocante al desarrollo de sus funciones era aún peor: "Todo lo hacía mal, pero paradójicamente cada vez me daba más trabajo, más responsabilidades. Llegó un momento en que me vi desbordada". A los enfrentamientos cara a cara se sumaban las críticas a sus espaldas: "Yo trabajaba sólo por la mañana. Por la tarde se dedicaba a ponerme verde ante mis compañeras, que como se llevaban bien conmigo me lo contaban a la mañana siguiente".
Elena volvía todos los días a casa con el eco de la voz de su jefe: "'Pareces tonta', me decía a cada momento". Sus palabras comenzaron a hacer mella y el pasado mes de marzo comenzó a recibir tratamiento psicológico y a tomar antidepresivos y ansiolíticos.
Cada enfrentamiento suponía una recaída.
La gota que colmó el vaso llegó una fría mañana de mayo. "En la oficina hacía más frío que en la calle y yo me abrigaba todo lo que podía: pantalón de chándal, jerseys gordos... Se empezó a meter con mi manera de vestir y a decirme que menudas pintas llevaba. Yo le dije que me vestía así porque hacía frío y se puso como una fiera. Llegó a empujarme y pensé que me iba a pegar". Ese día Elena cogió la baja: "No podía más". Desde entonces no ha vuelto a saber nada de la empresa. Todavía no se ha recuperado: "Me da miedo salir sola de casa por si me lo encuentro, ya que vive muy cerca de mí". "¿Que por qué creo que la tomó conmigo? -Elena se encoge de hombros- no lo sé. Puede que me viese como una amenaza porque él mismo se daba cuenta de que el cargo de director administrativo le venía grande y que yo, como tenía mucha, experiencia trabajaba bien", explica.
viernes, 30 de enero de 2009
ACCIDENTES LABORALES
Las oficinas, son, sin duda alguna, uno de los lugares mas peligrosos que existen para el hombre.
Piensenlo bien, los peligros van desde toneladas de papeles sotenidos precariamente en escritorios "fuertes", fallas electricas, cafeteras asesinas hasta jefes malhumorados, repartidores descuidados y empleados,que en cualquier momento pueden enloquecer y atacar.
Entonces ¿Porque arriesgamos nuestras vidas en estar ahi?
¡Para poder comer!
¡Claro!
Pero bueno, hoy sufri un pequeño incidente en mi oficina, que digamos, me dejo ligeramente herido.
Lo explicare con pequeños diagramas.
El siguiente, explica la division de los empleados, el mandamas, los siervos del mandamas, los lacayos de estos y los subordinados, yo me marcare en rojo
Bien, ahora, como pueden ver, ocupo un buen puesto en mi trabajo, pero no un punto crucial o realmente importante, asi que tengo que cuidarme muy pero muy bien.
Pasamos a lo siguiente, que es lo que importa. Si hay algo que me molesta en esa empresa es el hecho de que los ayudantes de los "Minijefes" no tenemos cubiculos, sino que estamos amontonados en escritorios uno detras de otro, eso es porque los otros empleados, trabajan fuera la mayor parte del tiempo, asi que no se necesita un enorme lugar.
Dado que trabajamos codo a codo los escritorios estan algo asi:
Parecera algo inhumano, pero siendo honesto esos son demasiados escritorios, la verdad es que son como la mitad de esos, aqui solo estoy exagerando, pero vamos al punto
Ahora, recuerden que soy el de rojo.
Soy una persona alta y el poco espacio entre escritorios me impide estar comodo, y aunque me siento hasta atras, necesito mi espacio "extra", por lo que tengo un trato con mi compañera de trabajo, la que se sienta delante de mi.
Yo estiro mis piernas y ella, si piensa mover su silla o algo me avisa a mi, de modo que yo las retire y ella pueda pasar con total libertad.
Es un acuerdo que hasta el dia habia funcionado perfectamente bien...repito, hasta el caprichoso dia de hoy.
Me encontraba yo charlando animadamente con una de mis superiores acerca de todo menos el trabajo, me encontraba charlando tan placidamente que respondi con un vago "ajha" a la advertencia de mi amiga, sin realmente prestar atencion a lo que ella habia dicho.
No fue hasta un par de segundos despues en que la silla paso por encima de mi espinilla hasta que comprendi lo que mi amiga queria decir, demasiado tarde pues para ese momento yo ya estaba aullando de dolor y hechandome para atras de golpe.
Mala jugada pues mis rodillas dieron contra el escritorio, que se volteo y me cayo encima, para colmo de males, mi amiga que reacciono con un buen salto ante mi grito, tiro su silla que fue a estrellarse contra mi rodilla, provocandome una fea.
Para colmo de males, repito que mi superior estaba ahi (Esta bien, YO estaba coqueteando) y estoy conciente de que mis aullidos y mis palabrotas no le dieron la mejor impresion del mundo.
Adolorido, avergonzado y dispuesto a golpear a la primera persona que se burlara (Que claro, no aparecio) me marche a casa en parte derrotado por aquel accidente y en parte alegre por tener una excusa para salir de esa oficina.
Claro, tengo que pagar unas cuantas cosas que rompi, como la taza de cafe de mi superior (Si, esa con la que estaba coqueteando)...